viernes, 30 de septiembre de 2011

Manual de Esquí de travesía- Introducción

INTRODUCCION

Cuando decimos esquí de travesía o de montaña, rápidamente nos viene a la cabeza un gran espacio natural con pendientes nevadas, nieves vírgenes, y grandes cumbres para ascender, exenta de gente y  bullicio, inmersos en el corazón de la montaña donde la luz, el color y el silencio nos hacen activar un cúmulo de sensaciones que serán difíciles de borrar de nuestra memoria en mucho tiempo.
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Gracias a esta modalidad podemos adentrarnos en un entorno natural, lejos de las zonas balizadas, en el corazón de la alta montaña donde la luz, el color, el silencio, son los principales protagonistas. Un espacio con pendientes nevadas, inmaculadas y vírgenes, que nos incitan a alcanzar sus cumbres para después lanzarnos y deslizarnos descendiendo  sobre ellas. Sensaciones difíciles de borrar de la memoria, que provocan una dependencia irracional que nos arrastra a buscar otro sitio y otro descenso por esos paisajes donde sentir esa dulce sensación.

El Esquí de Montaña es una modalidad deportiva que combina varias especialidades: montañismo invernal, alpinismo y esquí.

Esta combinación está reflejada en sus múltiples denominaciones: esquí de montaña, de travesía y esquí - alpinismo.

En síntesis, se basa en ascender y descender con esquís similares a los de alpino, gracias a una fijación especial que nos permite andar comodamente en el ascenso,  colocandole  en las suelas del esquí una piel  que evita el deslizamiento hacia atrás.

De esta manera podemos caminar y desplazarnos por la montaña libremente.

El descenso se realiza como en el esquí alpino una vez fijado el talón y retirada la piel de foca adhesiva, eso si, por un espacio libre de trazas para que cada uno deje su "firma" en la nieve.

Esta modalidad deportiva proporciona una movilidad increíble en la montaña y nos permite realizar recorridos en busca de maravillosos descensos o recorridos de exploración de uno o varios días.

Cómo es lógico, la alta montaña invernal no está exenta de riesgos y peligros propios de un entorno salvaje y cambiante constantemente.

La variedad de situaciones que nos podemos encontrar, nos obligan a prepararnos adecuadamente para reconocer y saber actuar ante las diversas circunstancias.

Esta preparación debe ir enfocada en varias direcciones: formación física, técnica, teórica, estratégica y psicológica. De esta manera conseguiremos disfrutar con seguridad de nuestras aventuras y obtener la máxima satisfacción.

El esquí de montaña es un deporte abierto a todo el mundo, no siendo la edad un factor determinante para realizarlo, como cualquier disciplina deportiva puede practicarse como un simple paseo por la montaña hasta participar en competiciones. Según el estado físico, nivel de esquí, conocimiento de la montaña invernal y recursos propios, podremos planificar y realizar nuestras travesías o ascensiones.

Como todos los deportes que se practican en el medio natural, este también tiene cierto riesgo, por eso resulta muy recomendable que se realice un cursillo de iniciación o perfeccionamiento con profesores cualificados y no dejarse llevar por aprendizajes autodidactas, ya que un fallo puede ser lamentado.

Luis Picón

1 comentario:

JL dijo...

Todavía recuerdo un día en la Ragua, y el dolor de culo, jejeje... A ver si los niños crecen y aprendemos toda la familia.
Un abrazo.